Cuando estaba en prepa, soñaba con estudiar y jugar fútbol en Estados Unidos. Como muchos, busqué ayuda con una agencia “especializada” que me cobró miles de dólares. Lo que recibí a cambio fue confusión, desinformación… y cero resultados. No conseguí beca. No hubo una verdadera guía. Me sentí completamente solo.
Terminé ingresando al Tec de Monterrey, campus Santa Fe, por motivos académicos y ubicación. Pero en ese momento ni siquiera sabía que mi talento deportivo podía abrirme puertas económicas. Yo no venía de ser un jugador profesional. Siempre jugué en torneos escolares, campamentos, pero nunca tuve experiencia en fuerzas básicas o visorias grandes.
Aun así, hice pruebas para el equipo representativo a las semanas de haber ingresado a clases. Desde el primer momento, el DT me convocó y me hizo su delantero titular. Ese año, en el torneo InterTecs —donde compiten todos los campus del Valle de México—, fui nombrado Jugador Más Valioso.
Ese fue solo el inicio.
En mi tercer año, conseguí una invitación en el Combine de la MLS en Las Vegas. Era el único jugador proveniente de una universidad mexicana. Y para mi sorpresa, el entrenador que me dirigió fue Gregg Berhalter, el último entrenador de la Selección de Estados Unidos hoy en día. Esa experiencia me cambió la perspectiva por completo.
Volví a México con una idea clara: lo que viví no debería ser la excepción. Hay muchos atletas mexicanos con el nivel para lograrlo, pero sin acceso a la información ni a las herramientas necesarias.
Lo que aprendí como atleta, lo convertí en una misión
Durante la universidad, empecé a construir el primer prototipo de BKT. Recluté a más de 2,000 atletas. Me alié con 17 entrenadores universitarios, 11 de ellos de los programas más competitivos del país. Todos compartían el mismo problema: necesitaban apoyo real en el reclutamiento.
Conseguimos 17 ofertas de beca. Cuatro atletas las aceptaron y hoy estudian en las mejores universidades de México. Cada uno ahorró, en promedio, más de $750,000 pesos gracias a la beca.
Y lo más valioso: todos ellos hoy quieren ayudar a otros.
De lo profesional… de vuelta al propósito
Como el proyecto no era rentable al inicio, decidí trabajar en el mundo del deporte profesional. En una agencia internacional, representé a 8 atletas de élite. Firmé acuerdos de patrocinio, trabajé con marcas, aprendí del sector a alto nivel.
Pero algo me quedó claro: mi verdadera visión está en el deporte universitario, en la educación, en México.
¿Qué es BKT hoy?
Una plataforma educativa. Una comunidad. Y una herramienta gratuita llamada Coach BK, que te guía paso a paso para conseguir tu beca deportiva en 🇲🇽 o 🇺🇸.
Sin letras chiquitas. Sin pagar asesorías.
La guía que a mí me hizo falta, hoy existe para ti.
Porque esto puede cambiar tu vida.